Los poetas han convertido
al otoño en la estación de la melancolía, y de ella decía Víctor Hugo que "la melancolía es la
alegría de estar triste.
Si ,al menos esa
extraña tristeza que parece alegría pero sin el brillo de la primavera, es la
que siento cuando camino por uno de nuestros bellos bosques, pisando la
alfombra dorada de las hojas
que rinden tributo a Perséfone y pretenden seguirla en su camino a los mundos subterráneos.
La naturaleza parece convertirse en el
adagio de una sinfonía, ralentizando su
ritmo, apagándose los sonidos, preparando
el camino para la silenciosa oscuridad del invierno con un último destello de
belleza en las hojas rojas como el fuego y doradas
como el oro que cubren con un manto de frágil y efímera hermosura el
bosque otoñal.
El escritor Albert Camus decía
que "El otoño es una segunda primavera en la que cada hoja es una flor", disfrutemos de su belleza, dejémonos seducir por su delicada
melancolía y veamos
en cada una de las hojas que el viento arrastra lejos una flor que anuncia la
esperanza de una nueva primavera.
“El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara
admirablemente el solemne adagio del invierno.”
De George Sand